Londres: sus imprescindibles

En poco más de un mes emprenderemos una nueva aventura viajera que tendrá como destino final la siempre fascinante y bulliciosa ciudad de Londres. Con ésta, será ya la quinta vez que visitaremos la capital británica, así que nuestros planes de visitas y rutas difieren un poco de lo que habíamos hecho hasta ahora.
Aún así, en este post queremos contaros los que, para nosotros, serían los puntos imprescindibles de una primera -incluso segunda o tercera…- visita a una de las urbes más cosmopolitas del mundo.

(NOTA: Tal y como en su día hicimos con el post de los imprescindibles de Roma, vamos a intentar poner un poco de orden e ir indicando los diversos lugares por zonas, aunque en muchas ocasiones las zonas no están del todo definidas; quizás así os resultará más fácil hacer vuestras propias rutas).

WESTMINSTER 

EL BIG BEN: Si pensamos, buscamos o hablamos de una imagen típica londinense, ¿qué es lo primero que se nos viene a la cabeza? Seguro que «ese reloj», uno de los más famosos del mundo -si no el que más-. Conocido por todo el mundo como Big Ben, el verdadero nombre del reloj de las Casas del Parlamento es Elizabeth Tower, y realmente el «Big Ben» como tal no es otra cosa que la enorme campana de 14 toneladas que está en el interior de la torre. Está compuesto por 4 caras con un reloj de 7 metros de diámetro en cada una de ellas y es uno de los relojes más fiables que existen: es capaz de soportar las inclemencias meteorológicas e incluso fue capaz de sobrevivir a los bombardeos sobre Londres durante la II Guerra Mundial. Así que ya sabéis: si necesitáis «poneros en hora», no dudéis en mirar hacia arriba cuando estéis bajo el Big Ben. 😉

el Big Ben de Londres

LAS CASAS DEL PARLAMENTO: Su nombre oficial es Palacio de Westminster y es un edificio gótico victoriano que alberga las dos cámaras del Parlamento Británico. El palacio actual, construido sobre otro anterior que fue asolado tras un incendio, data del año 1847, y está compuesto por 1200 habitaciones, 11 patios y 3 kilómetros y medio de pasillos. ¡Toma ya!
Para seros sinceros, nunca lo hemos visitado por dentro (tampoco entra en los planes hacerlo este año), pero si os apetece, los sábados y durante los meses de verano puede echarse un ojo al interior; eso sí: ¡estad preparados para hacer cola!

las Casas del Parlamento de Londres

LA ABADÍA DE WESTMINSTER: Lo siento, aquí no puedo ser objetiva. Para nada. Y es que se trata de uno de mis lugares favoritos de toda la ciudad. Así que si alguien me diese a escoger un lugar de Londres donde pasar un día completo a solas, la Abadía sería la elegida.
Dentro de sus muros se respira Historia: aquí han sido coronados y enterrados reyes y reinas; se salvó de ser destruida durante la «masacre» que Enrique VIII llevó a cabo con los monasterios del país; en ella yacen los restos de personajes tan ilustres como Isaac Newton, Charles Darwin o Charles Dickens… Una verdadera maravilla.
Si me pusiese a hablar de la Abadía de Westminster, estaríais leyendo horas y horas. Así que, como ya os habréis dado cuenta, para mí es un lugar OBLIGATORIO para cualquier visita a Londres. A nosotros sólo nos queda poder hacer la visita guiada con uno de sus voluntarios; lamentablemente, no será éste el viaje en el que podamos hacerla, pero no dudéis que es algo que tenemos pendiente y que haremos en algún momento.

fachada de la Abadía de Westminster en Londres

EL PALACIO DE BUCKINGHAM: De todos es sabido que es la residencia oficial de la Familia Real Británica en Londres (desde 1837, para ser exactos). Si bien tampoco es que se vea demasiado, ya que todo el edificio está rodeado -como es lógico- de una gran seguridad, no puede uno visitar Londres y no acercarse a echarle un ojo. Nosotros recomendamos que se llegué a él a través de THE MALL, una gran avenida realizada a principios del siglo XX en homenaje a la Reina Victoria, y que tiene tiene unas vistas magníficas de Buckingham según se va caminando por ella; por cierto, los domingos la hacen peatonal.
Aunque las visitas al interior del Palacio son muy escasas (creo que tienen lugar solamente de últimos de julio a principios de septiembre), sí que a lo largo de todo el año se puede ver uno de los actos que más gente congrega en los alrededores del Palacio: el archiconocido Cambio de Guardia. Para seros sincera, yo lo vi después de muchos años de viajes a la ciudad y, especialmente, por la insistencia de mi padre, con quien visité Londres por última vez.

Palacio de Buckingham en Londres

ST. JAMES PARK: Situado al sur del Mall, este es uno de los parques de los que nosotros más hemos disfrutado en nuestras visitas a Londres. Y es que ¡está tan a mano para un picnic después de una buena visita por la zona de Westminster!
Su historia se remonta ya a la época de Enrique VIII, quien compró este terreno de 23 hectáreas para sus cacerías. Siglos después, Carlos II lo abrió al público, para deleite de quienes nos gustan estos pulmones verdes en medio de una gran ciudad. Un lugar ideal para tomarnos un descanso y continuar «pateando» la ciudad.

WHITEHALL

TRAFALGAR SQUARE: Una de las plazas más conocidas de Londres situada en el extremo norte de WHITEHALL, la calle que une Trafalgar con la Plaza del Parlamento, en Westminster. Esta plaza fue creada para conmemorar la victoria de la armada británica frente a la española y la francesa, en la batalla del mismo nombre; y no hay mejor testigo de este hecho histórico que la Columna de Nelson (almirante al mando de las tropas inglesas), que se alza majestuosa en el centro de Trafalgar, custodiada por cuatro impresionantes leones hechos con el bronce fundido de los cañones de la flota francesa vencida.

Columna de Nelson en el centro de Trafalgar Square

THE NATIONAL GALLERY: Quizás no sea uno de los lugares que recomendaríamos para una primera visita a Londres, sobre todo si se tiene poco tiempo, pero si uno está en Trafalgar Square, puede aprovechar la oportunidad, ya que este museo se sitúa en uno de los laterales de la plaza. Es por eso que le damos mención en este post.
La Galería Nacional es uno de los museos más importantes del mundo y en ella se dan cabida obras de pintores tan conocidos como Rembrandt, Tiziano, Velázquez, Van Gogh o Miguel Ángel. Si con eso no os parece suficiente, ¿qué tal si os decimos que la entrada es gratuita? Cosa muy de agradecer, si tenemos en cuenta que los precios de las entradas en Londres no se definen por ser, precisamente, baratas…

SOUTH BANK

LONDON EYE: Retrocedemos un poco de nuevo hacia el sur y cruzamos el Támesis para llegar a la conocidísima noria de Londres. En cada viaje que hemos hecho -desde el año 2000, cuando se inauguró-, nos hemos subido a sus cabinas de cristal que, en una vuelta que dura 30 minutos, nos permite tener unas vistas maravillosas de la ciudad.
Lo cierto es que el precio es bastante elevado -como suele ocurrir con muchas cosas aquí-, pero a nuestro entender, merece completamente la pena. Eso sí: si podéis, intentad ir un día que esté despejado, por razones obvias; sí, sí, lo sabemos, en Londres el tiempo cambia tan de repente que a veces es complicado… Nosotros hemos tenido la gran suerte de que todas las ocasiones que hemos subido, el cielo estaba despejado. ¡Suerte la nuestra! Incluso la última vez, lo que hicimos fue comprar las entradas justo para la hora en la que anochecía, con lo que pudimos ver una puesta de sol maravillosa…

London Eye

THE CITY

TORRE DE LONDRES: Junto con la Abadía de Westminster, es mi otro sitio preferido de Londres. Y, al igual que ésta, la Torre rebosa Historia por sus cuatro costados. ¿Se nota que me encanta la Historia? Y eso que era mi asignatura menos querida en el cole… jeje…
La construcción de la Torre se remonta a la época de Guillermo el Conquistador y la mandó edificar tanto para proteger la ciudad de posibles enemigos, como para demostrar al pueblo su poder y conseguir su respeto. A lo largo de los siglos, la Torre también fue residencia real, arsenal, cárcel y lugar de tortura y ejecución de multitud de presos, entre ellos personajes tan importantes como Ana Bolena y Tomás Moro.
Dentro del recinto que abarca la Torre hay varios lugares que pueden visitarse. Por ejemplo, la Torre Blanca -la construcción más antigua-, donde se pueden ver distintas exposiciones; las Joyas de la Corona, con coronas, cetros y espadas de incalculable valor; o la Capilla Real San Pedro ad Vincula, donde se conservan los restos de los prisioneros más famosos que fueron ejecutados aquí y que, a día de hoy, sigue siendo lugar de oración de las más de 150 personas que viven en la Torre. Aunque los residentes más importantes y conocidos de la Torre de Londres son los cuervos lo cuales, cuenta la leyenda, que «si desaparecieran, se desplomaría la Torre y con ella el reino».
De nuevo una visita de obligado cumplimiento cuando uno va a Londres y, sí, volvemos a indicar que su entrada no es precisamente económica, pero creednos, merece la pena. Y no lo digo solo yo que, al igual que me pasa con la Abadía, no puedo ser objetiva: todo el mundo que conocemos y ha estado allí, nos han dicho que es un lugar para no perderse.

la Torre de Londres

TOWER BRIDGE: Otra de las imágenes que todos relacionamos con la capital londinense nada más verla. Justo enfrente de la Torre de Londres se alza este llamativo puente levadizo, de estilo victoriano. Nosotros nunca lo hemos hecho, pero se puede visitar su interior, donde hay una exposición sobre cómo funcionaba su sistema elevador, así como también su importancia en la historia de la ciudad.

Tower Bridge de Londres

COVENT GARDEN y PICADILLY

COVENT GARDEN: Aunque el nombre es el del barrio en general, normalmente lo utilizamos para referirnos al mercado y sus zonas aledañas. Es una zona muy comercial, llena de cientos de tiendas que sin duda alguna os harán gastar alguna que otra pound; además los artistas callejeros se dan lugar aquí, haciendo que un paseo por el Covent Garden pueda convertirse en toda una función de teatro, circo o un concierto. Dentro del barrio, hay en particular una calle que no hace mucho que descubrimos y que es una verdadera maravilla: Neal’s Yard, llena de casas y comercios de los colores más llamativos posibles.

PICADILLY CIRCUS: ¿Quién no ha visto alguna vez las mega-pantallas iluminadas de esta zona de Londres? Otro de los puntos emblemáticos de la ciudad, sin duda, y punto de encuentro de los londinenses, a pesar de que siempre está atestada de gente. En el centro de la plaza, la icónica fuente coronada por la estatua del dios Eros.
Nosotros solemos ir del Covent Garden hasta Picadilly pasando por Leicester Square, una plaza situada a igual distancia, más o menos, de cada uno de ellos. Un paseo muy agradable a lo largo del cual podéis ver una de las tiendas más turísticas de Londres: la megastore de «M and M’s»; un paraíso para los amantes de estas chocolatinas.

KNIGHTSBRIDGE

HYDE PARK: Con más de 140 hectáreas, es el parque más grande del centro de Londres y en él se llevan a cabo a lo largo de todo el año distintos actos como conciertos o exposiciones. Además de pasear por sus caminos llenos de vegetación, también se pueden realizar otras actividades en Hyde Park: por ejemplo, es muy típico alquilar una barca y remar por el lago central, llamado Serpentine. Para los amantes del arte, pueden verse dos galerías, entre ellas la Serpentine Gallery, una de las más conocidas a nivel mundial.
Lo cierto es que es un parque por el que apenas hemos pasado en viajes anteriores, así que en este vamos a resarcirnos. De hecho, una de nuestras visitas en Londres será al Palacio de Kensington, situado en uno de los extremos de Hyde Park.

HARROD’S: El centro comercial más famoso de la ciudad, muy cerquita de Hyde Park, y propiedad de Mohamed Al Fayed; sí hombre, seguro que sabéis quién es… ¿qué tal si os digo que era el «suegro» de Lady Di? ¿Verdad que ya caéis en la cuenta? Aunque no os vaya mucho eso de la prensa rosa (o amarilla, como se llama en Inglaterra).;-)
Está bien como visita turística, aunque no tanto como lugar de compras. Bueno, al menos para nosotros, porque los precios son elevadísimos y no aptos para todos los bolsillos. Eso sí, para el común de los mortales, nos queda la zona de «merchandising», donde sí que es más asequible hacerse con un bolso, un osito o cualquier otro recuerdo de la tienda. ¡Ah! Y que no se me olvide: el piso inferior es un paraíso para los amantes de la comida… ¡no os lo perdáis! Eso sí: mejor id sin hambre… jeje…
Si estáis por la zona durante la noche, su iluminación es preciosa.

CAMDEN TOWN

Dentro del barrio de Camden, su mercado es uno de los más famosos de Londres. Es un lugar de lo más alternativo y es una gozada caminar por sus calles abarrotadas de puestos de ropa y comida. Al principio seguro que os llamará la atención casi todo lo que veis, aunque después de un rato ya nada os sorprenderá… ¿o sí? 😉
Os recomendamos reservar una mañana entera para ir a Camden, ya que es una zona muy grande, y aprovechar y comer en la calle, comprando la comida en una de sus decenas de opciones: comida thai, pizzas, fish & chips, comida mejicana…

Camden Town en Londres 1

Camden Town en Londres 2

Por último, y sin «encajarlas» en ningún distrito en concreto, queríamos hablaros de dos de las calles más famosas de la ciudad: OXFORD STREET y REGENT STREET.
La primera es la calle comercial más concurrida de todo Europa. Con una longitud de 2 kilómetros y medio, está permanentemente llena de gente y, a veces, se hace hasta complicado caminar por sus aceras; creedme: no es una exageración si os digo que a veces se hace hasta complicado ver los escaparates de las tiendas. Algunas de las que se pueden encontrar incluyen las más importantes de las cadenas inglesas: «Mark’s and Spencer», «Debenhams», «John Lewis», o los grandes almacenes más antiguos del país: «Selfridge’s».
Hacia la mitad más o menos de la calle se sitúa Oxford Circus, en la intersección con Regent St. Ésta, al igual que su «hermana» Oxford, tiene como unos 2 kilómetros de tiendas; algunas, de las marcas más exclusivas. A diferencia de la primera, Regent Street fue construida ya con el propósito de que fuera una calle comercial, y desde sus comienzos los distintos edificios fueron ocupados por comercios.
Aunque vuestra idea no sea ir de shopping, creednos si os decimos que merece la pena darse un paseo por estas calles si disponéis de un poco de tiempo.

En fin, aquí os hemos dejado nuestros imprescindibles de Londres. Seguro que se nos quedan en el tintero un montón de lugares más (museos, especialmente para nuestro gusto), pero consideramos que para una primera visita -por ejemplo- estarían más que bien.
La capital británica es una ciudad que no deja indiferente a nadie y hemos de decir que a nosotros cada vez nos gusta más; en cada viaje quedamos con tan buen sabor de boca que es uno de esos destino que siempre, SIEMPRE, estarán en nuestros planes…